Hola!!! 

A pasado mucho desde la última vez que subí un post, pero han pasado tantas cosas en estos últimos meses que no me han permitido entrar a mi preciado blog. Tengo también bien abandonados mis redes sociales, pero espero ahora en este nuevo año poder dedicarme más al blog y a compartir con ustedes el amor por la lectura y los libros.

Bueno, el pasado 20 de septiembre de 2017 el huracán María azotó, mejor dicho arrasó, por Puerto Rico (país en el que vivo). Desde ese entonces no tengo servicio de energía eléctrica (por lo menos tengo servicio de agua), somos muchos los puertorriqueños que todavía no sabemos cuando nos va a llegar ese preciado servicio. Sin luz no hay nevera que enfríe, ni conserve los alimentos, sin luz no hay abanicos, sin luz no aires acondicionados, sin luz no hay Internet, ni manera de cargar los celulares, ni las computadoras.

No voy a entrar en los detalles de cómo nos dejó María, porque sería un post muy extenso y muy triste. Lo único que voy a decir es que el Puerto Rico con el que me acosté a dormir el 19 de septiembre no es el mismo Puerto Rico con el que me desperté el 20 de septiembre de 2017. Hoy 16 de diciembre de 2017 sé que tardaremos años en volver a ser el Puerto Rico que eramos antes de ese día que jamás olvidaré.

En este blog quiero hablar de cómo los libros me ayudaron a no dejarme arrastrar por la ola masiva de impotencia, de desespero, de depresión, de incertidumbre, de tristeza, y de todos esos sentimientos que experimentamos todos los que vivimos esta terrible experiencia.

Lo mejor de los libros es que no necesitan baterías para funcionar, fue la mejor bendición en esos momentos en los que la tecnología había dejado de existir. Me sumergía diariamente en ese mar llamado páginas y viajaba a otra realidad, me mantuvo entretenida en esos momentos en el que a mi alrededor había la incertidumbre de si había o no trabajo al próximo día, de si conseguiríamos comida,agua y gasolina.

Los libros no tan solo me ayudaron a mi a mantener mi cabeza en orden, si no también a mis vecinos. Ellos iban a mi casa y me pedían prestado algún libro que les llamara la atención (hice una lista de los libros y a quién se los prestaba, ellos son mis bebés).

Leer fue mi terapia para mantener la calma para sobrellevar todo lo referente al paso del huracán. Leer me mantuvo cuerda cuando todo a mi alrededor era caos. Aunque suene que me desligué de la realidad, para mi fue mi escape para no sucumbir al desespero, me hizo soñar, me hizo ver que en medio de todo el problema había un trozo de esperanza de que todo iba a estar bien, de que esto es pasajero y que pronto todo volverá a la normalidad.

Tengo que decir que todavía hay mucha gente en el país que no tienen los servicios de agua y luz, que no les llegan suministros con agua potable y comida. Hay mucha gente que se quedó sin trabajo porque donde trabajaban no van a volver a operar porque el huracán destruyó el establecimiento. Hay mucha necesidad, hay familias que lo perdieron todo.

Espero que todos estén muy bien.

 

PD. Este próximo año estaré más activa en el blog, tengo muchas ideas que quiero ir implantado y espero que sean del agrado de todos.

 

Les deseo una feliz Navidad y un prospero año nuevo a todos ustedes.

Besos!!!

Nos leemos pronto.

Les dejo esta pregunta para que la contesten el comentarios

¿Cómo leer les ha ayudado a sobrellevar algún problema?